
Mi relación con Joe Matt ha tenido diversas etapas. Leí con interés 'Pobre cabrón' allá por el 2000; entonces me pareció convincente por la descarnada sátira con la que planteaba una autobiografía en la que el autor quedaba retratado como un ser mezquino, perezoso, egoísta, avaricioso...
En 'Buen tiempo', Matt cambia diametralmente de tema y lleva sus memorias a su época infantil, en una obra evocadora del paraíso perdido que resulta esa edad en la que parece que se detiene el tiempo. Para entonces, el interés de la obra de Matt empezaba a menguar con un slice of life en el que el autor no realizaba ningún hallazgo interesante. Desde mi punto de vista, son mucho mejores otras obras temáticamente cercanas como 'Lo primero que me viene a la mente' de Juaco Vizuete, que retrata también sus años de infancia en una época cercana a la de Joe Matt, sólo que en España.
Cerrando la serie 'Peepshow', que reúne su obra de carácter más íntimo, en 'Consumido' (Fulgencio Pimentel, 2015) Joe Matt cuenta qué ha sido de él en los últimos diez años. Editada por primera vez en 2007, las historias que integran este tomo van desde 1994 a 2004, aproximadamente.

¿Y qué ha cambiado desde 'Pobre cabrón', la obra a la que sigue este 'Consumido'? La verdad es que poco. Matt sigue llevando el mismo estilo de vida y siendo el mismo: un obseso por la pornografía que sólo sabe autocompadecerse y no es capaz de poner orden en su vida. Su vida sentimental no existe y sólo aspira a vivir de los intereses mínimos que le proporcionan sus ahorros. Nos encontramos con un autor en plena treintena que sigue evitando a toda costa los compromisos y las responsabilidades y vive en su habitación alquilada, intentando sobrevivir gracias su proverbial tacañería. Su día a día se limita a la masturbación y a la autocomplacencia.
¿A dónde nos lleva todo esto como tebeo? 'Consumido' es un slice of life, formalmente de diseño muy cerrado: historias largas que siempre se estructuran en ocho viñetas por página. En esencia no aporta nada a lo ya visto anteriormente. Las escenas son insoportablemente largas, aburridas y sólo dan vueltas sobre lo mismo una y otra vez; a pesar de que el retrato del propio autor es igualmente inmisericorde, el humor brilla por su ausencia, y los largos monólogos de los personajes son, igual que algunas conversaciones, pesados y poco creíbles. No hay ninguna variación en ningún aspecto y la cantidad de personajes (con las apariciones estelares de los dibujantes Seth y Chester Brown) es aún más limitada que en entregas anteriores. Todo aquello que hacía de 'Pobre cabrón' un cómic interesante se ha evaporado aquí, consumido (un título que, irónicamente, resulta preclaro de su contenido), y aquí se conserva el esqueleto, la intención, la declaración de principios, pero la factura resulta torpe y aburrida. El planteamiento nunca deja de ser cercano a lo que haría un Robert Crumb (maestro y, de hecho, autor al que Joe Matt dedica el volumen), pero con Matt uno es incapaz de empatizar, y las divagaciones que hace (y teme) al final de la obra acaban por ser una profecía autocumplida:
En algún momento el lector se dará cuenta de que no le llevo a ninguna parte... de que no hay apoteosis, ni revelación, ni nada... entonces ¿qué? (...) "Carece de conciencia de sí mismo y de profundidad", dirán los críticos. Y tendrán razón, pero si yo supiera por qué soy así, ¡no lo sería!

Yo en estas líneas no concibo ironía ni segunda intención. O precisamente Matt me ha embaucado con la hiperbolización que confiesa hacer sobre su vida, o está confesando la realidad, porque no hay más que lo que vemos. Uno no puede identificarse con un personaje que en diez años no ha evolucionado en absoluto. Quizá, al fin y al cabo, es sólo una percepción del lector: lo que hacía interesante al personaje de Joe hace quince años, ahora ya no funciona porque su lector ha madurado, está en otro momento de sus experiencias vitales, pero el autor no. En eso se diferencia, por ejemplo, de otro personaje icónico, Buddy Bradley de 'Odio', de Peter Bagge, que sí ha sabido cambiar con el tiempo, así como (me imagino) lo ha hecho el autor.
Así pues, mis expectativas se han visto defraudadas por este tomo. Si buscáis al Matt de siempre, eso sí, aquí lo encontraréis.
'Consumido'
Joe Matt
Fulgencio Pimentel, 2015
Rústica con solapas. 120 págs. Tritono. 20€
ISBN: 978-84-16167-21-0
Más información | Ficha en Fulgencio Pimentel
En Papel en Blanco | 'Lo primero que me viene a la mente', recuerdos de Juaco Vizuete