Una de las reediciones de las que he tenido más ganas en estos últimos meses en el mundo del cómic es la que ha llevado a cabo ECC Ediciones de 'Frecuencia Global' ('Global Frequency'), una obra que, sin ser de las más conocidas de Warren Ellis es, sin duda, una de las mejores que ha creado el guionista británico.
La Frecuencia Global es una red de inteligencia formada por mil y un agentes, cada uno con sus habilidades especiales, liderados por la misteriosa agente Miranda Zero y coordinados por la hacker Aleph. A lo largo de los doce capítulos del cómic, nos encontraremos a distintos agentes realizando diferentes misiones hasta llegar a un tramo final en el que se tienen que enfrentar a una gran amenaza.
No quiero comentar mucho más, más que nada porque la naturaleza del cómic así lo impide. Su estructura de historias unitarias y el hecho de que los únicos personajes constantes suelen quedar en muchas de las historias en un segundo plano, hace que intentar profundizar más en la trama sea difícil.
Zero y Aleph son las ya comentadas constantes de 'Frecuencia Global', y en este sentido son a las que más conocemos, incluyendo flashbacks con el origen de la hacker y su reclutamiento por parte de Zero. Pero 'Frecuencia Global' es más grande que las sumas de sus partes. En muchos sentidos, Warren Ellis continúa con su labor de 'Planetary', mostrando amenazas de ciencia extrema, terrorismo "del siglo XXI", revoluciones esotéricas y fantasmas del pasado.
Para ello Ellis cuenta con una docena de dibujantes: Garry Leach, Glenn Fabry, Liam Sharp, Roy Allan Martinez, Jon J. Muth, David Lloyd, Gene Ha, Simon Bisley, Chris Sprouse, Karl Story, Lee Bermejo, Tomm Coker, Jason Pearson y Steve Dillon. Un buen cónclave que desarrolla, con mejor o peor fortuna pero con un nivel bastante notable, cada una de las entregas del cómic.
Así 'Frecuencia Global' es un tomo de ciencia ficción y espionaje muy disfrutable. Doce historias cortas que conforman una gran saga llena de ideas y temas más que interesantes. Este sí que es Warren Ellis en su salsa. Y la salsa está sensacional.
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