Descubrí a Juaco Vizuete con la lectura de 'El resentido', una obra que el autor había dilatado en el tiempo casi dieciséis años (su primera aparición fue en 1993). En aquella ocasión, Vizuete se acercaba al género pseudobiográfico para contar la crónica de un fracaso amoroso. En aquel momento, me sorprendió el progresivo cambio de estilo que el autor realizaba a través de la obra, pasando de un estilo caricaturesco cercano a Peter Bagge, a un trazo más libre, con remembranzas al de David Mazzuchelli ('La ciudad de cristal'). Me consta que Vizuete ha cultivado otros géneros (el homenaje a Bruguera en 'Julito, el cantante cojito' o una aproximación al cómic americano en 'El experimento'), lo que demuestra su soltura y su falta de encasillamiento en una temática o estilo. Recientemente, Astiberri ha publicado su última obra, 'Lo primero que me viene a la mente', en la que el autor alicantino vuelve a un género más intimista, el de las falsas memorias.
'Lo primero que me viene a la mente' es un cómic que bucea en los recuerdos de niñez de un chico que creció a finales de los años 70 y principios de lo 80. Dibuja un paisaje sentimental que muchos de los lectores podemos reconocer: la libertad de las noches de verano, pero también alguna de las obsesiones más fuertes de todo preadolescente: el misterio incipiente del sexo.
Me atrevería a decir que 'Lo primero que me viene a la mente' es la respuesta española de obras del mismo género de autores extranjeros. Sobre todo estoy pensando en Chester Brown, con quien comparte algunos puntos temáticos. No sólo porque está ambientado aquí, sino porque la situaciones y personajes reflejan también una parte del carácter que compartimos. Porque a veces tendemos a ver la infancia como una edad idílica en la que la inocencia es la que nos viste; y sin embargo, muchas veces no es así, y Vizuete lo sabe. En la obra hay escenas algo sórdidas, pero no por un interés morboso, sino porque las cosas eran así, y a poco que cada uno ponga atención a su memoria verá que es así.
Me interesa la obra porque, a pesar de tener la apariencia de una autobiografía (el hecho de que sea real o no es irrelevante, aunque posiblemente algunas de las escenas o personajes estén inspirados en referentes reales), el narrador no cae en la tentación de convertirse en el centro de atención del cómic. No se trata de un cómic ombliguista, como muchas veces le ocurre a Jeffrey Brown, otro de los popes del cómic autobiográfico americano. Vizuete sabe equilibrar muy bien la reflexión personal, la descripción de esos sentimientos fuertemente evocados y la acción de la trama. El narrador sabe poner distancia entre él y los hechos, y así verlos algo más objetivamente, sin entrar en hacer más valoraciones que las necesarias, dejando que los hechos se expliquen por sí solos.
Estilísticamente, veo a un Vizuete que ha sabido amalgamar todos los estilos que ha podido tocar, logrando uno propio: puedo ver rasgos del cómic clásico español, pero también veo elementos manga (y no sólo porque la historia recoge, como anécdota, la llegada de las primeras producciones japonesas en la España de finales de los 70) e incluso del cómic más indie.
'Lo primero que me viene a la mente' es una mirada atrás al pasado desde la reflexión. No con extremada melancolía, sino de una forma más distanciada, más reflexiva. No hasta el punto de la crónica descarnada de un 'El jarama' de Ferlosio, pero sí con un punto de documental generacional.
'Lo primero que me viene a la mente'
Juaco Vizuete
Astiberri, 2014.
Rústica con solapas. 384 páginas. 17€.
ISBN: 978-84-15685-39-5
Más información | Ficha en Astiberri
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